En esta entrada transcribo historias de músicos independientes reales acerca de cómo utilizan los soportes físicos (CD´s y similares) y qué éxito han tenido con su venta y promoción. Al fin y al cabo, una cosa es que Digital Media te diga lo importantes que son los soportes físicos y otra que te lo digan tus colegas artistas independientes.
Como mucha gente en mi situación, mi verdadera pasión es mi propia música. He publicado dos discos en solitario y un álbum con mi banda, titulado The Fairest and Best, cuando vivía en Toronto (ahora vivo en Perth, Australia). Publiqué mi música en CD, a pesar de que la gente me decía que nunca se venderían. Lo hice porque debía dar a mi (aunque pequeña) lista de correo y a mi base de fans la OPORTUNIDAD de apoyarme antes de volcar todo mi material en sitios de streaming.
Además, para que conste, hubo un problema con Spotify. Sin querer, habían puesto a otro artista llamado "Robert Graham" en mi página: en este caso, un artista afroamericano de música cristiana (que claramente no era yo). Tardé MUCHO tiempo en solucionarlo con Spotify (a quien, comprensiblemente, no le importo lo más mínimo), así que eso contribuyó al retraso.
Mi estrategia consistió en lanzar un single cada dos semanas, únicamente desde mi sitio web. Avisaba a toda mi gente, publicaba en las redes sociales cada lanzamiento y les dirigía a mi página web. Una vez allí, podían escuchar la canción con la letra delante. También les invitaba a leer la historia de la canción, de nuevo en mi sitio web, antes de escucharla.
Luego les invité a descargar una copia o, si querían una copia impresa, a ponerse en contacto conmigo y les enviaría un CD por correo. Y lo más importante, ELLOS ponían el precio. Algunos daban 20 dólares, otros 10, pero otros daban 100 dólares o más. Mientras estaban en mi sitio web, hacían otras cosas: leían las entradas de mi blog e investigaban otros aspectos de mi carrera que quizá desconocían. (Escribí una breve entrada en mi blog sobre esta estrategia titulada "Mi confesión de Spotify").
¿Cuántos discos vendí? Bueno, recuerda que no hago giras. Estoy en proceso de montar una nueva banda, Robert Graham and the Landing, en Perth, pero aún no hemos dado ningún concierto. A veces hago conciertos tocando mis propias canciones como solista en festivales y clubes, pero no a menudo. La mayor parte de mis ventas proceden de mi lista de correo.
En los primeros seis meses tras el lanzamiento, y antes de poner The Line en sitios de streaming, vendí 245 copias en CD por un total de unos 6.000 dólares. Con los costes de grabación y todo lo demás, el álbum me costó 15.000 dólares, y posiblemente nunca lo recupere todo, pero no es por eso por lo que hago esto. Sin embargo, 6.000 dólares es una buena cantidad para recuperar en seis meses. Si no hubiera editado la música en CD y sólo la hubiera subido a sitios de streaming, habría ganado una miseria y estaría aún más en el agujero.
Mis álbumes más antiguos han vendido casi 800 y 250 copias respectivamente. Ahora están descatalogados, pero también obtuve beneficios con ellos porque decidí hacer copias físicas. Me di al menos la oportunidad de recuperar parte de mis gastos. Mi primer álbum, con los royalties de las licencias y los propios CDs, se ha pagado solo (su producción también costó unos 15.000 dólares). Mi segundo álbum, con la banda, fue financiado mediante crowdfunding por seguidores leales y cariñosos.
No siento que haya publicado realmente un álbum hasta que lo tengo en mis manos. De eso se trata realmente, de sentir que estoy contribuyendo al canon más amplio de la música en este mundo, algo que es personal para mí. Tener un CD que me represente como persona es importante, independientemente de cuántos venda o de los ingresos que obtenga con ellos.
Danny Schneider | Objetos de colección por una causa benéfica:
La idea que se me ocurrió fue grabar diez de mis canciones más recientes y producir, a través de Disc Makers, 100 álbumes en CD autografiados de "edición especial". Cada CD "de coleccionista" se vendería por una donación de 100 dólares al Joshua's House Volunteer Hospice, lo que supondría un total de 10.000 dólares.
Eso es exactamente lo que hice y eso es exactamente lo que ocurrió.
El disco se titula On the Other Side of the Window (Al otro lado de la ventana) y pude promocionar el proyecto en varias revistas y conseguir entrevistas en programas de noticias locales. Fue realmente una situación en la que todos salimos ganando.
Muchos propietarios de locales no se toman el tiempo de mirar la página web de alguien, lo cual era un problema que teníamos. Después de poner nuestra música en CD´s, ¡estamos recibiendo respuestas rápidas de posibles próximos conciertos gracias a que podemos repartir o enviar estos discos!
Acabamos de hacer una maqueta y planeamos volver al estudio para grabar un álbum completo.
Los conciertos de Michael Cavanaugh no se limitan a entretener y cautivar al público, sino que también están diseñados para impulsar las ventas de sus soportes físicos en el espectáculo, permitiendo a los asistentes un acceso inmediato a su música de forma tangible.
La piedra angular de la estrategia de Michael es su compromiso con los "meet and greets" posteriores a los conciertos. Estas sesiones están abiertas al público, lo que fomenta la conexión con él y aumenta las ventas de merchandising. Este compromiso cara a cara tiene una doble ventaja: consolida una base de fans fieles para futuras ventas de entradas y, al mismo tiempo, aumenta las ventas de CD y DVD.
El precio de los productos de Michael es ligeramente superior en los conciertos que en plataformas en línea como Amazon. Esta estrategia de precios se basa en el valor único que ofrecen los espectáculos en directo: la posibilidad de comprar un álbum y que lo firme el propio artista, lo que lo convierte en una propuesta atractiva para los fans.
La eficacia de este enfoque queda patente en las cifras de ventas. Anualmente, las ventas de merchandising de Michael suponen decenas de miles de dólares, lo que pone de manifiesto la popularidad de su música y la eficacia de su estrategia. También ayuda a aumentar el compromiso de los fans, lo que hace que repitan las reservas.
Al integrar las ventas con las actuaciones, crear experiencias memorables de encuentros y saludos, y emplear una estrategia de precios inteligente, el modelo de Michael Cavanaugh aumenta las ventas de merchandising y refuerza el vínculo entre el artista y sus fans, demostrando que el toque personal sigue teniendo un valor inmenso en el negocio de la música.