Cuando te subes al escenario, la música es lo primero, pero llevar el atuendo adecuado puede desempeñar un pequeño (o no tan pequeño) papel a la hora de ayudarte a ofrecer la actuación que tu música merece.
En cada actuación musical en directo, el atuendo adecuado puede ayudar a crear un ambiente, establecer la atmósfera y construir una historia en torno a tu música, mejorando tu actuación y entreteniendo a tu público. Llevar la ropa adecuada también puede hacer que te encuentres en el estado de ánimo adecuado para ofrecer un espectáculo inolvidable.
No hace falta que sepas nada de moda, ni que te importe lo más mínimo, para que tu elección de ropa te lleve al éxito musical. Estas son algunas estrategias sencillas que te ayudarán a llevar la ropa adecuada para cualquier concierto.
Entender las expectativas.
Si te contratan para un espectáculo, ya sea como corista de un gran grupo de neo-soul en gira o tocando el bajo en un trío de jazz para una boda elegante, asegúrate de preguntar el código de vestimenta con antelación. El director de la banda, el organizador de la fiesta, el cliente, el director musical o cualquier otra persona debería poder decirte si se espera que te presentes con esmoquin, de manera informal y de color negro, o algo totalmente distinto. E incluso si la respuesta que obtienes es "simplemente ponte guapo", ganarás puntos por haber tenido la profesionalidad de preguntar en primer lugar.
Mantén la funcionalidad.
Cuando piensas en qué ponerte para un concierto, es fácil anteponer la apariencia a la comodidad, así que recuerda que tu principal objetivo en cualquier concierto es hacer buena música. Cualquier prenda que interfiera con ese objetivo es ropa que deberías dejar en casa.
Si eres cantante, en particular, independientemente de lo bien que te parezca, no lleves camisas, pantalones, vestidos o cualquier otra cosa que te impida respirar, a menos que hayas ensayado mucho con esa misma ropa y sepas cómo manejar cualquier restricción física en una situación de actuación de alta presión.
Del mismo modo, independientemente del papel que desempeñes en el concierto, no lleves un calzado que te dificulte mantenerte centrado en el pedal, activar los pedales de la guitarra o pavonearte en el escenario mientras cantas, por muy chulo que parezca el calzado.
Independientemente de los detalles, recuerda que hacer música puede ser una actividad atlética rigurosa, así que asegúrate de que tu ropa te pone en la mejor posición posible para que tu cuerpo haga lo que tiene que hacer.
Piensa en el entorno.
Cuando elijas la ropa que vas a llevar a tu próximo concierto, ten en cuenta el clima físico, natural o artificial, en el que vas a actuar.
¿Vas a tocar en un gran auditorio que se mantendrá frío de antemano, para que no se sobrecaliente cuando entren cientos de personas? Si es así, asegúrate de llevar muchas capas de ropa para que no te congeles durante la prueba de sonido y te sobrecalientes durante tu actuación.
¿Vas a tocar al aire libre en otoño y se prevé un tiempo nublado y ventoso? Asegúrate de vestirte con mucho aislamiento para no estar temblando todo el tiempo.
¿Tu próxima actuación será en un festival de verano en el desierto, y acabas de descubrir que no tendrás sombra para tu actuación de metal de dos horas? Deja los vaqueros, el vinilo y el cuero en casa y busca algo que te permita estar en la zona de actuación sin que te dé un golpe de calor.
¿Vas a formar parte de un espectáculo escénico muy elaborado? Puede hacer mucho calor bajo la intensa iluminación del escenario, así que tenlo en cuenta a la hora de tomar decisiones.
Cuando decidas qué ropa llevar, protege tus activos más valiosos para el concierto. Por ejemplo, si eres teclista o bajista y tocas al aire libre en un clima poco cálido, asegúrate de que los brazos y la parte superior del cuerpo estén bien abrigados, y considera la posibilidad de experimentar con guantes que cubran la mayor parte de la mano, pero que dejen los dedos al descubierto. Del mismo modo, para los cantantes con tiempo frío, un gorro y una bufanda cálidos pueden salvarles la vida.
Independientemente de la ropa o de los preparativos, lo último que se quiere es salir al escenario con frío (física o metafóricamente) o sobrecalentado y deshidratado, por lo que hay que elegir bien la ropa y prepararse para el éxito.
No te olvides de grabar.
El hecho de que no tengas un público lleno de gente en el estudio no significa que debas ignorar la ropa a la hora de grabar. Al fin y al cabo, una sesión de grabación no deja de ser una actuación, y elegir bien tu vestuario puede ayudarte a ofrecer una actuación de la que te sientas orgulloso.
Al igual que en una actuación en directo, asegúrate de llevar ropa que no te restrinja el movimiento o la respiración, y que sea apropiada para la temperatura, y evita ponerte cualquier cosa que pueda distraerte de tu trabajo musical.
Más allá de eso, piensa en lo que te pondrá en el mejor espacio emocional para ofrecer una gran actuación. ¿El principal objetivo es sentirte totalmente relajado cuando cantas, para que la actuación resulte cálida e íntima? Tal vez tu pijama favorito te haga sentir así, o una sudadera con capucha que tienes desde hace años y que siempre te pones los domingos. Por otro lado, ¿quieres que tu actuación parezca elevada, enérgica y elegante, como si estuvieras en el escenario del Carnegie Hall? Si es así, tal vez un traje de tres piezas o un vestido de baile de lentejuelas te ayuden a conseguir el espacio mental que necesitas.
Ten en cuenta que nunca tienes que vestirte de una manera determinada cuando grabas, además de que no hay miembros del público a los que entretener, así que tus elecciones de ropa tienen que ver puramente con lo que te hará sentir más inspirado. Ya sea con corbata blanca o súper informal, con ropa de flores teñida o con ropa de calle, asegúrate de que lo que lleves te ayude a entrar en la zona que necesitas para hacer la música que quieres hacer.
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